Como un breve antecedente es conveniente mencionar el “Green Deal Europeo” el cual busca, a través de diversas estrategias, reducir en un 55% las emisiones de carbono para el 2030 en comparación con los niveles de 1990 y así convertirse en un continente climáticamente neutro para el 2050.

En Julio de 2021, como parte de estos esfuerzos, surge la iniciativa del Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) el cual es una medida climática que debería prevenir el riesgo de fuga de carbono y respaldar la mayor ambición de la UE (Unión Europea) en materia de mitigación climática, al tiempo que garantiza la compatibilidad con la OMC.

La UE acertadamente indica que el cambio climático es un problema global que necesita soluciones globales por lo que considerar que, a medida que elevan su propia ambición climática y prevalecen políticas ambientales y climáticas menos estrictas en los países no pertenecientes a la UE, existe un fuerte riesgo 'fugas de carbono', es decir, las empresas con sede en la UE podrían trasladar su producción intensiva en carbono al extranjero para tomar ventaja de estándares laxos, o los productos de la UE podrían ser reemplazados por importaciones más intensivas en carbono. Tal fuga de carbono puede desplazar las emisiones fuera de Europa y, por lo tanto, socavar gravemente los esfuerzos climáticos de la UE y del mundo.

Por lo anterior, el CBAM igualará el precio del carbono entre los productos nacionales (en Europa) y las importaciones y garantizará que los objetivos climáticos de la UE no se vean socavados por la reubicación de la producción en países con políticas menos ambiciosas.

El CBAM funcionará de la siguiente manera: los importadores de la UE comprarán certificados de carbono correspondientes al precio del carbono que se habría pagado si los bienes se hubieran producido bajo las normas de fijación de precios del carbono de la UE. Por el contrario, una vez que un productor de fuera de la UE puede demostrar que ya pagó un precio por el carbono utilizado en la producción de los bienes importados en un tercer país, el costo correspondiente puede deducirse por completo para el importador de la UE. El CBAM ayudará a reducir el riesgo de fuga de carbono al alentar a los productores de países no pertenecientes a la UE a ecologizar sus procesos de producción.

Los Mecanismos de Ajuste Fronterizo de Carbono ya existen en algunas regiones del mundo, como California, donde se aplica un ajuste a ciertas importaciones de electricidad. Varios países como Canadá y Japón están planeando iniciativas similares. Además, el FMI y la OCDE han llevado a cabo recientemente un trabajo para estudiar cómo dichas medidas podrían apoyar los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Del mismo modo, los ministros de Finanzas del G20 también mencionaron la necesidad de una coordinación internacional más estrecha sobre el uso de mecanismos de fijación de precios del carbono.

Para brindar seguridad jurídica y estabilidad a las empresas y a otros países, el Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono se implementará gradualmente y se aplicará inicialmente solo a un número seleccionado de bienes con alto riesgo de fuga de carbono: hierro y acero, cemento, fertilizantes, aluminio y generación eléctrica. Se aplicará un sistema de información a partir de 2023 para esos productos con el objetivo de facilitar un despliegue fluido y facilitar el diálogo con terceros países, y los importadores comenzarán a pagar un ajuste financiero en 2026.

Por último, como posible recurso propio de la UE, los ingresos del CBAM contribuirán al presupuesto de la UE, tal como se establece en el Acuerdo interinstitucional sobre presupuesto y recursos propios de diciembre de 2020.

Fuente: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/qanda_21_3661

Mayores informes:
Ulises López Arce: uarce@aniq.org.mx y/o Lorena Espinosa Martínez: lespinosa@aniq.org.mx