Resumen del estudio, "La Competitividad de la Industria Química Europea" de la CEFIC (the European Chemical Industry Council)

19ene.
Recientemente el Consejo Europeo de la Industria Química, CEFIC por sus siglas en inglés, dio a conocer un estudio que lleva por nombre “La Competitividad de la Industria Química Europea”, mismo que a continuación les presentaremos un resumen,
Si quieren conocer el estudio completo, lo pueden descargar aquí o visitar su sitio en donde publicaron éste interesante documento:
https://cefic.org/media-corner/newsroom/chemical-industrys-new-competitiveness-report-underlines-the-need-for-bold-action-from-eu-decision-makers/
- Los químicos europeos, una industria esencial para Europa
Desde petroquímicos a productos farmacéuticos especializados, los productos químicos son un componente fundamental de la vida cotidiana.
La mayoría de los productos manufacturados contienen productos químicos. En Europa, el sector químico representa aproximadamente 655 mil millones de euros en facturación y cerca de 165 mil millones en valor añadido (2023). La cadena de valor química es compleja, con muchas interdependencias, desarrollos conjuntos en R&D (investigación y desarrollo), empresas integradas a lo largo de la cadena de valor y amplios y profundos ecosistemas de fabricantes.
El sector químico es un sector económico importante dentro de la industria.
En Europa, representa entre el 5% y el 7% de las ventas totales de la industria, más de 1.2 millones de empleos directos, entre 3 y 5 veces más de empleos indirectos, y una densa red de 31,000 empresas, de las cuales el 97% son pequeñas y medianas empresas (PYMES).
El sector químico es uno de los principales exportadores de Europa.
Los productos químicos contribuyen de manera significativa a la balanza comercial europea, con un saldo positivo de 35 mil millones de euros en 2023, ocupando el cuarto lugar.
Históricamente, los productos químicos se ubicaban en el segundo o tercer lugar, después de maquinaria y transporte, y productos farmacéuticos.
Europa es una región líder en innovación en el sector químico, con una de las mayores proporciones de solicitudes y concesiones de patentes químicas en 2022.
Los productos químicos son una solución clave para alcanzar la neutralidad climática en Europa y son esenciales para avanzar hacia una economía circular. En la mayoría de los productos manufacturados, los productos químicos pueden ayudar a reducir la huella de carbono de los materiales utilizados mediante nuevos procesos de producción, reciclaje mecánico y químico, y productos más duraderos gracias a aditivos químicos innovadores.

- La industria química europea está en un "punto de quiebre"
(Según un comunicado de prensa de Cefic, 30 de noviembre de 2024), enfrentando una crisis sin precedentes debido a una demanda débil, bajas tasas de utilización, presión sobre la competitividad y políticas complejas y costosas en comparación con otras regiones.
En cuanto a la demanda, la recuperación sigue siendo débil e incierta.
En Europa, esta situación se debe a una baja demanda interna por parte de las industrias clientes y a una disminución en las exportaciones. El mercado de exportación se ve afectado por la débil demanda global y el aumento de la competencia:
- El crecimiento de China está desacelerándose debido a las dificultades en su mercado inmobiliario y, de manera más estructural, por tendencias demográficas y un exceso de ahorro actual.
- Aunque el crecimiento de la demanda química en Estados Unidos sigue siendo positivo, no beneficia principalmente a Europa.
- Existe una mayor competencia en otras regiones.
En cuanto a la oferta, las capacidades globales fuera de la UE continúan expandiéndose
a pesar de las bajas tasas de utilización y rentabilidad, creando un entorno incierto. Esto ha llevado a las empresas químicas a revisar su presencia en el mercado. Ya se han anunciado alrededor de 11 millones de toneladas de capacidad que se cerrarán en Europa entre 2023 y 2024, lo que es 10 veces superior a la variación anual de los últimos 10 años. Los cierres de plantas podrían intensificar aún más las vulnerabilidades, desestabilizando la industria europea y los clústeres locales. Una vez cerrado, un sitio no reabrirá debido a los altos costos de capital requeridos y, en algunos casos, a las oposiciones locales.
Desde la perspectiva de la competitividad, la posición europea se ha debilitado en comparación con otras regiones en factores de competitividad de precio/costo (PCF) y factores de competitividad no relacionados con precio (NPCF).
- En términos de PCF, aunque los costos de energía se han normalizado significativamente, siguen siendo y seguirán siendo más altos en Europa en comparación con otras regiones. El gas natural, actualmente con diferencias incluso mayores, se espera que sea 2-3 veces más caro que en Estados Unidos en el futuro, y la electricidad 1.5-2 veces más cara.
- En cuanto al petróleo crudo, existe una brecha con China e India debido a un descuento del 5-10% en el suministro de petróleo desde Rusia.
- Europa también se ve afectada por mayores costos de materias primas (bioetanol, azúcar, almidón) debido a subsidios locales y diferencias en los aranceles.
- Las empresas químicas europeas enfrentan costos ambientales y regulatorios crecientes en comparación con otras regiones.
En términos de factores de competitividad no relacionados con el precio (NPCF), Europa tiene ventajas competitivas en innovación, capital humano y un sólido ecosistema de fabricación química. Sin embargo, las empresas enfrentan obstáculos administrativos y complejidades que generan incertidumbre, lo que a menudo resulta en retrasos en las inversiones o en decisiones de invertir fuera de Europa. Además, otras regiones están alcanzando a Europa y creciendo para convertirse en líderes destacados en innovación y capital humano, con un denso ecosistema de oferta y demanda.
Desde una perspectiva de política regional, hay un número creciente de medidas e iniciativas destinadas a apoyar las industrias locales en EE. UU., China, India y otras regiones (por ejemplo, subsidios específicos, restricciones a las importaciones/exportaciones).
Al mismo tiempo, las empresas químicas europeas enfrentan una competencia desleal cada vez mayor: se estima que el 24% de todas las medidas de defensa comercial activas en la UE están relacionadas con productos químicos. Las medidas antidumping en curso han aumentado.
Mientras tanto, las empresas en Europa enfrentan regulaciones europeas cada vez más estrictas que imponen nuevos costos incomprensibles para los actores europeos, costos que los competidores no europeos no enfrentan o pueden evitar.
La aplicación de la legislación de la UE en las fronteras carece de coherencia y consistencia. La política industrial europea a menudo parece compleja y menos predecible en comparación con la de sus contrapartes. La política europea está impulsada por regulaciones en lugar de ofrecer incentivos, mientras que otras regiones adoptan un enfoque más favorable para las empresas.

3.En los últimos 15 años, Europa ha perdido terreno
La participación de Europa en el mercado de ventas ha disminuido en unos 11 puntos porcentuales en los últimos 15 años, pasando del 23% al 13% entre 2008 y 2023, debido a:
- Un crecimiento más débil de la demanda interna,
b. Mercados de exportación más débiles y falta de competitividad en las exportaciones,
c. Falta de inversión y competitividad en el mercado interno.
Europa experimentó una erosión lenta de la cuota de mercado desde 2008 hasta 2018. Desde 2018, la economía global y el sector químico han estado bajo un estrés severo. La situación se ha deteriorado especialmente desde 2022, cuando la industria química europea enfrentó una desaceleración pronunciada, más fuerte que la de la economía general: los volúmenes han disminuido alrededor del 14% en comparación con 2021.
La actividad química se mantiene en niveles históricamente bajos, que han perdurado durante un período más largo que en cualquier otro momento en los últimos 30 años.

4.La brecha de competitividad a profundidad
La industria química europea generó alrededor de 165 mil millones de euros de valor agregado en 2023, gracias a una cadena de valor química compleja y diversificada. A continuación, se destacan algunos puntos clave sobre los riesgos y oportunidades que enfrenta el sector:
- Nivel upstream (producción inicial)
- Este segmento es el más intensivo en energía y capital y produce los bloques básicos para el resto de los químicos.
- Está siendo afectado por:
- Aumento de los costos energéticos.
- Baja demanda.
- Exceso de capacidad productiva.
- Cierres de plantas: Se han anunciado cierres para restaurar tasas de utilización y rentabilidad.
- Descarbonización: Estas industrias son clave para los esfuerzos de Europa por reducir emisiones, aunque esto requiere tiempo y recursos significativos para modernizarse.
- Producción de polímeros e intermedios
- Menos intensiva en energía, depende en gran medida de la demanda local.
- Enfrenta competencia de empresas fuera de Europa que:
- Están más integradas a lo largo de la cadena de valor (upstream y downstream).
- Invierten en instalaciones más grandes y modernas.
- Es un sector crucial para la economía circular, con desarrollos como polímeros reciclados, de origen biológico y biodegradables.
- Nivel downstream (productos finales)
- Este nivel depende más de los costos laborales y factores de competitividad no relacionados con precios, como innovación y capital humano.
- Europa ha mantenido históricamente una posición destacada en este segmento, pero existe el riesgo de que los cierres upstream afecten toda la cadena.
5.Próximos Pasos: Un Llamado a la Acción
Europa se encuentra en una encrucijada. La significativa desaceleración de la industria química europea ha superado la del conjunto de la economía debido a la reducción de la demanda y la erosión de la competitividad. El exceso global de capacidad ha llevado a que la tasa de utilización de la industria se mantenga en solo el 75% durante los últimos nueve trimestres. La profundidad y duración de esta desaceleración no tienen precedentes.
Sin políticas activas para mejorar la competitividad de la industria química de la UE y apoyar de manera más efectiva su transición ecológica y digital, “la industria, que durante mucho tiempo ha sido un pilar de la prosperidad europea, corre el riesgo de un declive aún mayor, poniendo en peligro su futuro en el continente” (Cefic, comunicado de prensa del 1 de diciembre).
Esto ya está ocurriendo: se estima el cierre permanente de aproximadamente 11 millones de toneladas de capacidad en Europa entre 2023 y 2024, lo que representa entre 6,5 y 11 mil millones de euros en ingresos en riesgo (2-4% de la industria química y de polímeros de Europa en peligro). Una planta cerrada no reabre debido a los altos costos de capital requeridos y, en algunos casos, a la oposición local.
Con políticas industriales dedicadas y apoyo para la recuperación de los mercados aguas abajo, la industria química puede evitar más cierres, ya que hasta el 8% del valor añadido de la cadena química está en riesgo.
Al mismo tiempo, la industria química europea desempeña un papel clave en la innovación y el desarrollo sostenible, apoyando la descarbonización y la economía circular en Europa. Si recupera su competitividad, podrá aprovechar las oportunidades a medio plazo en áreas de tecnología innovadora y sostenible.
Contribución Estratégica:
La industria química apoya la autonomía estratégica de Europa, fomenta la economía y promueve la transición verde hacia la neutralidad climática. También contribuye a la resiliencia económica y social europea, preservando empleos locales, a menudo en regiones menos dinámicas.
Acciones Urgentes Necesarias:
Es crucial crear un entorno empresarial que permita a las compañías aprovechar sus fortalezas y contribuyan a los objetivos de Europa. Esto incluye:
- Energía competitiva para sectores intensivos en energía.
- Menor carga regulatoria y ambiental.
- Políticas industriales basadas en incentivos para promover inversiones e innovación (como se establece en la Declaración de Amberes y el informe Draghi).

Recomendaciones Clave (Declaración de Amberes y Reportes Letta y Draghi)
- Desarrollar una política industrial clara que apoye la manufactura en Europa.
- Reducir la carga administrativa y las incertidumbres en torno a los costos normativos.
- Restaurar la competitividad energética y garantizar materias primas competitivas.
- Financiar la transición, la innovación y la modernización de activos existentes.
- Fomentar una competencia equitativa frente a otras regiones.
- Apoyar la autonomía estratégica y la seguridad de suministro.
- Impulsar industrias cliente y la demanda de consumidores finales, especialmente en productos de alto valor añadido, net-zero, bajos en carbono y circulares.
Una política transformadora podría traer inversiones al aliviar las cargas unilaterales y las medidas aisladas de la política de la UE. Las políticas deben adaptarse para cerrar la brecha entre Europa y las regiones competidoras. Con las políticas adecuadas, la industria química europea podrá aprovechar sus numerosas fortalezas para impulsar el crecimiento y mejorar su posición global.
Artículo completo en su idioma original: